Lo que nadie te dice
Desde el primer día, el medico que
diagnosticó a nuestro hijo, nos dijo, “el camino es largo y hay que empezar con
la terapia ya” dejando claro que no había que perder tiempo. Además, nos brindó
un montón de información. Al buscar en internet un poco más sobre autismo,
puedo decirles que encontré todo tipo artículos, libros que hablaban de: causas
antiguas en las que se culpabilizaba a la madre; así como recientes dando
énfasis a la genética humana, tipo de alimentación que tiene el niño o la niña,
las dietas recomendadas por un sin número de especialistas y por supuesto, los
relatos de cómo mi hijo o hija se curó del autismo.
Puedo decirles que sobra información
sobre este trastorno en internet, redes sociales y libros, sin embargo, nadie
escribió sobre lo difícil que puede llegar a ser vivir en una sociedad en que
la normalidad es la regla, en la que una persona tiene que mostrar rasgos
visibles de la discapacidad que presenta para ser comprendido. Algo que el
autismo a diferencia se reserva, todas sus características son poco visibles e
imperceptibles, y luego de que lo conoces, entiendes todas sus singularidades, por
supuesto esto es porque convives con el autismo todos los días, llegando al
punto de notar muchas de las particularidades
en una persona a la distancia.
Nadie escribió que vas a ser notada
por todos los padres y madres que se encuentran a tu alrededor, porque tu hijo
juega o se comporta diferente al resto, lo que no está mal ya que llegas a
disfrutar muchos de esos juegos, o porque tu hijo llora desconsoladamente
debido a que no había de su helado favorito; o por su insistencia por avanzar
rápido cuando estás haciendo una larga fila. ¡No! nadie te dice que vas a ser
criticado por ser ese “mal padre” o esa “mala madre” que no regañó a su hijo
cuando tuvo una crisis en medio de cualquier lugar.
Nadie te dice que vas a tener que
luchar una y otra vez por los derechos que tiene tu hijo o hija, derechos que
todas las personas conocen y dicen respetar, ya que hoy en día la inclusión en
la sociedad de las personas con discapacidad de todas las edades es un boom.
Pero a pesar de eso cuando pides que se le brinden apoyos que son establecidos
por ley en el país muchas de las labores administrativas al solicitarlos
retrasan el trámite, peor aún, en ocasiones personas que parecen no entender la
situación que vive tu hijo todos los días en los diferentes entornos llegan a
tomar más tiempo del necesario solo para realizar un trámite, luego, se
molestan y quejan cuando uno sube un peldaño en la cadena de mando para validar
los derechos de su hijo o hija.
Parece que nosotros tenemos que esperar más
tiempo del necesario en cada lugar, institución, y que cuando solicitamos algún
apoyo es simplemente porque queremos molestar, ¡No! Cualquier solicitud de
parte nuestra es porque nuestro hijo o hija lo requiere.
No te dicen que con los años se
aprende a no tomar nada de forma personal, sea la cara de desaprobación de la
persona que está a tu lado o ese comentario fuera de lugar, ya que comprendes
que todo depende del ángulo del que se mire, y más importante aún porque como
padres o madres nos hacemos más fuertes.
Tampoco, te dicen que cada lucha o
batalla en la que tengamos como meta el bienestar de nuestro hijo o hija es
pagada con una sonrisa, caricia, beso o abrazo que guardas en tu corazón y
memoria por siempre.
Podría seguir con una lista
interminable de cosas positivas o negativas “que nadie te dice”, pero prefiero que,
si usted lector tiene otras las escriba en los comentarios, y si me lo permiten
las escribo en esta lista de “lo que nadie te dice”.
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